San Sebastián (5-V-1836)

Los carlistas sitiaron San Sebastián a finales del año 1835 bajo el mando del general Sagastibeltza. Éste pretendía atacar y tomar la ciudad, pero el general Egia, jefe militar carlista, deseaba mantener el sitio sin ataques. Los donostiarras solicitaron ayuda al general liberal Córdoba, quien les envió a la Legión Británica. Sagastibeltza solicitó más hombres a Egia, pero éste necesitaba las tropas y no pudo enviarle apoyo.

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"Sketch of Entrenched Camp of Carlists. May 5 1836" (Croquis de los campos atrincherados carlistas. 5 de mayo de 1836)

El 5 de mayo, 4.500 británicos y 1.500 liberales bajo el mando del general Lacy Evans envistieron las posiciones carlistas, que retrocedieron hasta Lugaritz, Munto y Puyo.

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Los carlistas de Aiete frenaron el ataque británico con tres cañones. Mientras tanto, los que dejaron el convento del Antiguo y se fortificaron en Lugaritz tuvieron que soportar el más duro ataque liberal con bayoneta. Sufrieron muchas bajas, lo que les obligó a desistir y retirarse. Dos embarcaciones de la armada británica llamadas "Phoenix" y "Salamander" apuntaron sus cañones a las posiciones carlistas e incendiaron el caserío de Lugaritz. Además, para desgracia de los carlistas, el general Sagastibeltza recibió un disparo en la cabeza durante una carga con bayoneta y falleció al instante.

Fortalecidos por 1.300 soldados que llegaron en barco, los británicos volvieron a lanzar el ataque, obligando a los carlistas a retirarse hasta Oriamendi.

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Bloqueo de San SebastiánA pesar de ganar la batalla, y aunque en San Sebastián se llevaran a cabo celebraciones por la victoria, los liberales únicamente lograron ampliar ligeramente el círculo del sitio. La legión británica contó 150 muertos y más de 600 heridos; los liberales 100 muertos y los carlistas 60 muertos y 200 heridos, aunque la pérdida de Sagastibeltza tuvo mucho peso. San Sebastián continuaba sitiada. En marzo del año siguiente se produjo la batalla de Oriamendi, la más dura de todas.


Dos meses después, aprovechando la Expedición Real, los donostiarras lograron romper el bloqueo tras tomar Hernani.